miércoles, 9 de septiembre de 2009

Desarraigo

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, define desarraigo como "la acción o efecto de separar a alguien del lugar o medio donde se ha criado, o cortar los vínculos afectivos que tiene con ellos".

Pero, hay alguna palabra para definir la sensación que sentimos los que vivimos lejos del lugar donde nos criamos, cuando dejamos el lugar en el que vivimos para volver a nuestro país de origen? Parece un trabalenguas, pero os aseguro que la sensación existe. Y es la de sentir que no perteneces a ninguna parte. Que cuando estás en tu ciudad de origen no quieres volver a la de residencia y viceversa. Que en cada una de ellas encuentras ventajas e inconvenientes. Que no te sientes del todo bien en ninguna de las dos. Que no te sientes del todo mal en ninguna de las dos.
En unas horas montaré en un avión con destino a Madrid, donde pasaré un mes entero. Por un lado, siento la emoción de volver a vivir en un país libre, vestir como quiero, conducir, comer cerdo, hablar y escuchar mi idioma. Y por otra, siento la pena de dejar mis comodidades, mi casa, mi vida fácil, mis gatos, mi rutina....
Afortunadamente, los seres humanos tenemos otro tipo de emociones, desligadas de las comodidades y/o bienes materiales: los afectos. Porque la gente, mi gente, es la que me hace desear volver a casa, a España, a Madrid. Son ellos quienes tiran de mí para que vuelva. Porque si no fuera por ellos seguiría en mi rutina y mis comodidades durante todas las vacaciones. Porque una se acostumbra a la abaya, a las llamadas a la oración desde las mezquitas, a que te lleven a todas partes, a la falta de libertad y de independencia....una se acostumbra a todo, menos a no ver a las personas queridas....



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