sábado, 19 de septiembre de 2009

Malditos bastardos


Suelo huir de la violencia gratuita en las películas. No me gusta ver torturas, sangre, muertos por todas partes. Ya sé que todo es mentira pero, si con las películas de miedo me sugestiono y me meto tan dentro de la película que luego soy incapaz de irme sola a la cama, cuando veo películas violentas, me quedo con un gusto a sangre en la boca que me revuelve el estómago.


Sin embargo, ayer vi la última película de Quentin Tarantino, Malditos bastardos, basada en la Francia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Fui a verla por mi marido, a mí, ni me apetecía el argumento ni me gusta el estilo de Tarantino haciendo películas que, será buenísimo, pero me sobra tanta sangre. Pues tengo que reconocer que me gustó mucho, el argumento es muy bueno y real, pero tratado desde el sentido del humor y la ficción de un final diferente para toda la historia nazi. Hay sangre, muertos, tiros, escenas desagradables... pero visto desde el absurdo, lo que la hace menos sangrienta. Y el final es apoteósico. No lo voy a contar aquí para no destriparlo, sólo deciros que me di cuenta de que, al igual que todo el mundo tiene un precio y basta con ofrecérselo para que haga cosas que ni siquiera sospechaba que podría hacer por dinero, creo que todos tenemos un yo sádico al que le encanta ver el sufrimiento en determinadas personas. Y hasta aquí puedo leer. Sólo deciros que, quienes veais la película entenderéis a lo que me refiero.
Disfruté mucho en la escena del cine, porque creo que era el final que se merecía, no la película, sino la historia y sus personajes, los de verdad.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Felicidad relativa

Ayer conocí a una mujer que, casualmente, quedó viuda el mismo día que yo me casaba. Lo descubrí por casualidad, cuando, hablándole sobre mi vida en Arabia, le comentaba que era obligatorio casarnos para que yo pudiera ir. Y, cómo anécdota, le conté que casi no pudimos llegar a la boda porque justo el día que teníamos que viajar a Gijón, que era donde nos casábamos, cayó la gran nevada en Madrid. Me dijo que recordaba perfectamente ese día, pues su marido murió repentinamente de un infarto. En ese momento me sentí fatal, por considerar un día feliz el mismo que ella tenía como el peor, probablemente, de su vida. Culpable de recordar con alegría una fecha que, para ella, era tan triste.
Y es que, como dijo Alejandro Casona: "Si eres feliz, escóndete. No se puede andar cargado de joyas por un barrio de mendigos. No se puede pasear una felicidad como la tuya por un mundo de desgraciados".
Y es que, si nos paramos a pensar, cuántas personas habrán vivido hoy momentos felices, cuántas habrán pasado por duros momentos? Cuántos niños habrán nacido hoy y cuántas personas habrán muerto? Cuántas bodas y cuántos entierros?
Qué extraña sensación pensar en lo diferente que puede ser un mismo día para unos y para otros. Qué extraña sensación pensar que mientras yo celebraba mi boda, esta mujer enterraba a su marido. Qué extraña sensación que el destino te junte un día, no?

viernes, 11 de septiembre de 2009

¿BON VOYAGE?

Nuestro anterior viaje a España desde Jeddah fue con Turkish Airlines, vía Estambul. El vuelo Estambul-Madrid fue muy bueno, pero el avión de Jeddah a Estambul fue una tortura: vuelo lleno, familias cargadas de niños llorones que no se dormían por nada del mundo.... Así que nos juramos que el siguiente viaje se haría con una compañía "civilizada". Pues bien, aquí estamos, volando con Lufthansa, en un avión procedente de...... ¡Eritrea!..... no damos crédito! Delante nuestro, una vieja sucia y maloliente, envuelta en unos trapajos blancos, semejantes a una mortaja. A su lado, el que se supone será su hijo, con una chaqueta de paño muy apropiada para el calor de esta zona del mundo. Quedan 6 horas para a llegar a Frankfurt, este vuelo promete ser una tortura para la pituitaria! Qué sacrificio supone salir de Jeddah: vayas con la aerolínea que vayas siempre tienes que mezclarte con gente que pasa muchos controles policiales para asegurarse de que no llevan armas, pero nadie tiene en cuenta que son en sí mismos "armas de destrucción masiva" con su suciedad y sus olores.

Por suerte, estaba compartiendo con mi marido mi palestina con el fin de respirar un olor agradable, cuando se nos ha acercado una azafata y nos ha propuesto cambiar de sitio. Por supuesto, hemos aceptado. Aquí no es que huela bien,-la mujer de delante despide un cierto "tufillo sobaquil"-pero es mucho mejor que el olor putrefacto que salía de la otra..... Puede que alguien me tache de racista o xenófoba por decir esto, pero de verdad que los vuelos a estos países son, cuando menos, peculiares. Entre las ropas, las barbas, los olores, los pies descalzos y negros, los montones de paquetes que llevan, las "sólo-ojos", los niños, los peregrinos en toalla (afortunadamente aún no me ha tocado sentarme al lado de alguno de ellos) ....no son vuelos agradables, la verdad. Como prueba, os cuelgo dos imágenes. La primera está tomada en el aeropuerto de Frankfurt, en el bus que nos llevaba a la terminal, es una mujer con el típico atuendo de las ancianas en Eritrea. La segunda foto corresponde al aeropuerto de Jeddah, me llamó la atención esa especie de cantimplora dorada que lleva el hombre de la imagen, pero fijaos también en la mujer que está a su lado: abaya, pañuelo, mascarilla anti gripe A..... Esto es otro mundo, creedme.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Desarraigo

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, define desarraigo como "la acción o efecto de separar a alguien del lugar o medio donde se ha criado, o cortar los vínculos afectivos que tiene con ellos".

Pero, hay alguna palabra para definir la sensación que sentimos los que vivimos lejos del lugar donde nos criamos, cuando dejamos el lugar en el que vivimos para volver a nuestro país de origen? Parece un trabalenguas, pero os aseguro que la sensación existe. Y es la de sentir que no perteneces a ninguna parte. Que cuando estás en tu ciudad de origen no quieres volver a la de residencia y viceversa. Que en cada una de ellas encuentras ventajas e inconvenientes. Que no te sientes del todo bien en ninguna de las dos. Que no te sientes del todo mal en ninguna de las dos.
En unas horas montaré en un avión con destino a Madrid, donde pasaré un mes entero. Por un lado, siento la emoción de volver a vivir en un país libre, vestir como quiero, conducir, comer cerdo, hablar y escuchar mi idioma. Y por otra, siento la pena de dejar mis comodidades, mi casa, mi vida fácil, mis gatos, mi rutina....
Afortunadamente, los seres humanos tenemos otro tipo de emociones, desligadas de las comodidades y/o bienes materiales: los afectos. Porque la gente, mi gente, es la que me hace desear volver a casa, a España, a Madrid. Son ellos quienes tiran de mí para que vuelva. Porque si no fuera por ellos seguiría en mi rutina y mis comodidades durante todas las vacaciones. Porque una se acostumbra a la abaya, a las llamadas a la oración desde las mezquitas, a que te lleven a todas partes, a la falta de libertad y de independencia....una se acostumbra a todo, menos a no ver a las personas queridas....



sábado, 5 de septiembre de 2009

¿Quién es quién?


Y para que no todo lo relacionado con el mundo árabe suene feo, os cuelgo esta bonita foto. Corresponde a la graduación de un grupo de mujeres en el "Centro Mundial de Comunicación de Chicas" de Yemen. Es una organización fundada en 1998 que, tras 3 años de trabajo, fue registrada oficialmente en el Ministerio de Educación de Yemen y que se ha convertido en la primera organización independiente en ofrecer educación a mujeres, lo que se puede considerar un gran progreso para este país. Allí imparten cursos de inglés, informática, liderazgo, dirección de empresas... La periodista que realiza el reportaje para la revista "Yemen Today"-que mi marido me trae religiosamente cada vez que viaja allí, pues es para mí una fuente inagotable de entradas para mi blog-, se sorprende del orden que reina en el centro, algo que parece ser extraño en Sana'a (mi marido lo corrobora); las mujeres que estudian allí no quieren perder tiempo, saben lo que hacen y por qué lo hacen, nadie dice "insha'allah" (significa "si Dios quiere" y es la frase favorita de los árabes, aquí todo es insha'allah), son adictas al trabajo y buscan adquirir conocimientos.
También estudian democracia y derechos humanos. Viendo la foto de la entrada anterior, uno podría preguntarse para qué. Pero será mejor pensar que gracias a proyectos como éste, el mundo árabe dejará de basar sus leyes sólo en la Sharía (Ley Islámica) y empezarán a tener en cuenta esos derechos humanos. Insha'allah.
Aunque de poco debe servirles estudiarlos cuando continúan permitiendo que las obliguen a taparse la cara hasta en su foto de graduación.

¿Justicia?

Esta imagen corresponde a una ejecución pública en Yemen hace un par de meses. El ejecutado es un hombre de veintipocos años, al que se acusó de haber violado y asesinado a un niño de 11 años. Tremendo delito, sí. Pero, conociendo estos países, me pregunto, hubo juicio? Se examinaron las pruebas? Hubo algo que asegurase que este hombre era culpable? Generalmente en estos países la idea de justicia dista mucho de nuestro concepto de juicios limpios, pruebas, etc....
Yemen fue uno de los más antiguos centros de civilización de todo Oriente Próximo, su nombre latino fue Arabia Felix (Arabia Feliz), pues las caravanas procedentes de allí, y cargadas de riquezas como oro, incienso, mirra , ébano, marfil y seda, hacían creer que se trataba de una tierra de fábula. Su máximo esplendor llegó con el reino de Saba, con su misteriosa reina y su relación amorosa con el judío Salomón, que dio origen al mito. Su situación estratégica, entre la India y el Mediterráneo, le permitió monopolizar el tráfico de especias. La leyenda de Arabia Felix resurgió en el siglo XVII cuando comerciantes europeos escucharon hablar del "oro negro" (café), que se exportaba a todo el mundo desde el puerto yemení de Moka.
A lo largo de los siglos, Yemen pasó por varias manos hasta que, en 1945 se estableció la República Árabe de Yemen, o Yemen del Norte, y la República Democrática Popular del Yemen, o Yemen del Sur (que se convirtió en el primer estado árabe comunista). Entre ambos estados se produjeron varios enfrentamientos e incluso varias guerras civiles, hasta que en 1990 se creó una constitución que fundió ambas repúblicas en una, la República de Yemen.
Poco se oye hablar de este país en los medios europeos. Si acaso, por algún que otro secuestro de occidentales, por algún que otro ataque a turistas (como el que costó la vida a varios españoles hace un par de años, cuando una bomba hizo explosión al paso de un autobús de turistas). Sin embargo, se trata de uno de los países más bellos del Oriente Próximo, el destino turístico soñado para amantes de la fotografía, con una arquitectura muy singular, sus pueblos fortaleza en lo alto de las montañas, sus casas colgantes y su paisaje, único en toda la península arábiga. Yemen te transporta a otras épocas. Dicen los folletos de turismo que existen pocos países de aspecto tan extremadamente medieval como Yemen.
La realidad es que no sólo es medieval en su aspecto sino que se trata de un país que permanece en la Edad Media. Con la pobreza, la suciedad, la falta de medios, la esclavitud, la discriminación a la mujer típicas de esta época y, como podéis comprobar, con las ejecuciones públicas como gran entretenimiento al que acudir en masa (sólo hombres, claro).
Pero no me sorprendo, aquí también se realizan ejecuciones. En enero de 2008, se ejecutó a espada (decapitados) a dos ciudadanos condenados por tráfico de drogas y eran los sextos desde el comienzo del año (o sea, 2o días). En julio de este año, se cortó la mano a un yemení acusado de un atraco a mano armada, dos adolescentes de 15 años fueron condenados a 2 años de cárcel y 2000 latigazos por robar ¡dos ovejas!.... Este es uno de los países más seguros para vivir, puedes caminar por la calle sola, llevar el bolso abierto, dejar el móvil sobre la mesa, sacar dinero de un cajero automático por la noche.... obviamente, el delito aquí sale muy caro, la pena a pagar es demasiado grande como para merecer la pena robar nada. Sólo se atreven unos pocos que ya no tienen nada que perder, pues quizá la muerte les salva de la penuria a la que están condenados en vida.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Pasa la vida


"Pasa la vida y no has notado que has vivido, cuando pasa la vida, pasa la vida tus ilusiones y tus bellos sueños, todo se olvida", dice la canción de Pata Negra.


Pasa la vida. Y pasa rápido.


Hoy cumplo 38 años. Parece mentira que 38 años puedan pasar tan rápido. O parecértelo, al menos. Si lo traducimos a números, 38 años son 456 meses, 13.870 días, 332.880 horas, 19.972.800 minutos, 1.108.368.000 segundos. Y sin embargo recuerdo, como si hubiera sucedido ayer mismo, cómo mi padre intentaba enseñarme a montar en bicicleta, mi Primera Comunión, el nacimiento de mi hermana pequeña, el instituto, todos y cada uno de l@s amig@s que han pasado por mi vida .... Yo sí noto que he vivido.
Pero el tiempo pasa, inexorablemente. Y, aunque no lo notemos, va dejando huellas. Esta foto está hecha hoy, celebrando mi cumpleaños. A simple vista no se nota, pero al acercar la imagen, se pueden apreciar las primeras arrugas en los ojos. De momento sólo salen al sonreír, pero en apenas 50 o 60 meses más, ya no hará falta sonreír para que se vean. Y en unos 3.650 días, se acompañarán de bolsas bajo los ojos, surcos nasolabiales, código de barras, flacidez en el óvalo... Sí, todo eso que escuchamos sin prestar atención en los anuncios de mágicas cremas faciales y que a la vuelta de algunos años se habrá convertido en motivo de pánico cada vez que nos crucemos con un espejo. Si cada una de esas arrugas, representa una sonrisa, un momento feliz, un beso, una noche de fiesta, una carcajada.... bienvenidas sean.
Pero me niego a que el paso de la vida me haga perder ilusiones y olvidar sueños. Sigo soñando despierta, sigo manteniendo la ilusión por lograr todo aquello que me propongo en cada momento. Sigo sintiéndome joven y con muchos años por delante para aprender, viajar, conocer gente, hacer amig@s y enemig@s , caerme, levantarme....en resumidas cuentas, para nacer de nuevo cada vez que salga el sol.

martes, 1 de septiembre de 2009

El orden de las cosas

(Para Regina, pues esto surgió de una charla con ella)

Qué es lo más importante en la vida?....

Hay quien dice que el dinero, que no da la felicidad pero ayuda a conseguirla. Y es cierto, tienes dinero y puedes hacer mil cosas: viajar a ese país tan exótico al que siempre quisiste ir, comprarte el último deportivo BMW, tener un maravilloso ático con vistas a los tejados de la gran ciudad, o una casa en la playa, o una bella mujer al lado con más volumen en las tetas que en el cerebro, jugar al golf en las mejores canchas del mundo, comprar ropa de Chanel, unos Manolos o un bolso de Loewe...qué maravilla el lujo!

Otros opinan que el amor es lo más importante. Te llena el corazón, te hace sonreír, tu pelo brilla más, tu piel es más suave y te sientes como en una nube, flotando....

La salud. Algunos piensan que es lo más importante. Es cierto, sin salud, o te mueres o vives muy mal. No puedes viajar, no puedes disfrutar del amor, no puedes ir de compras..... Sí, definitivamente, la salud es muy importante.

Sin embargo, yo creo que lo más importante es la "ilusión". La ilusión, qué palabra tan sencilla, verdad? La utilizamos tanto, sin pensar que es uno de los pilares de nuestra vida. Porque sin ella, no tienes nada.
Puedes tener mucho dinero, pero si no tienes ilusión para gastarlo en un coche, en una casa, en un bolso, no tienes nada.
Puedes tener amor, pero si no tienes ilusión por mantenerlo, por avivarlo cada día, estás solo, no tienes nada.


Puedes tener incluso salud, pero si no tienes ilusión por vivir, estás muerto.


Por eso los niños son felices, porque tienen intacta la ilusión. Virgen. Según te haces mayor, la vida te va dando golpes y, sin darte cuenta, zas!, te violaron, adios Ilusión.... Y te conviertes en un autómata, que acumula dinero, que vive un amor tras otro, que desperdicia su salud y que por dentro está seco. Porque ya nada para él, tiene sentido.

Sensación de Otoño y Placeres Robados


Uno de mis momentos favoritos del año siempre fue el final del verano. Cuando se empieza a sentir el otoño. Cuando los días empiezan a ser más cortos, el calor menos asfixiante y comienzan a caer las hojas secas de los árboles, aún conservo el placer de pisarlas para oír su chasquido. Cuando empiezas a añorar los jerseys de lana y cuello vuelto, la manta y el sofá esas tardes de domingo, viendo llover, rodeando con las manos una taza de café caliente para calentarlas...


Sí, reconozco que me gusta el invierno. Con sus días grises, su lluvia, su frío...


Sin embargo, este es uno de los placeres que la vida me ha robado al traerme aquí, donde nunca vestiré un jersey de lana, ni me tumbaré en el sofá con una manta, viendo llover. Donde la vida gira en torno a dos estaciones eternas, primavera y verano. Donde ni siquiera el día sigue su curso normal, y pasa del sol a la oscuridad, saltándose los pasos intermedios.


Pero donde, a cambio, podré pasar mañanas de diciembre tomando el sol y nadando en la piscina. Tardes de enero sentada en el patio....


Está claro que en esta vida no se puede tener todo y que hay que aprender a buscar lo bueno en todo lo que encontramos por el camino. Para vivir, no para sobrevivir.


(Gracias a Su, que me ha inspirado con su frase, haciéndome recordar todas las sensaciones del otoño).