sábado, 29 de agosto de 2009

¿Venganza?

El otro día reclamé por tercera vez en las oficinas del compound, un cambio de lavadora, pues la que tenía me había roto algunas prendas.

Al día siguiente puse una lavadora y, a los pocos minutos suena el timbre. Abro: un par de "chicosparatodo" del compound con una lavadora y una secadora nuevas.... tan bonitas... Yo, feliz...al fin!!!!....ooopssss... lo siento, la lavadora está lavando ahora.... Ok, volvemos más tarde, dicen ellos.
Termina la lavadora, saco la ropa, vienen los chicos, cambian un aparato por otro, les doy una propina y se van. En cuanto salen, llamo a Chema, mi marido, para contarle que, al fin, tenemos lavadora nueva.
Mientras se lo cuento, suena el timbre: "Quién será ahora?....". Abro y me encuentro a uno de los muchachos: "Esto estaba dentro de la lavadora" me dice, mientras alarga su mano hacia mí.... lo cojo.... oh, cielos, unos calzoncillos de mi marido!!!... me dio un ataque de risa, más aún al ver el gesto del chico, entre avergonzado y pícaro y escuchar al otro lado del teléfono la voz de mi marido: "Ya te vale, Marisa....".

Juro que no lo hice en venganza por lo del cepillo!

jueves, 27 de agosto de 2009

Ah, pero ese es tu cepillo de dientes?

Esta es la cara que se te queda cuando, mientras te lavas los dientes con el cepillo que compraste al volver de vacaciones hace dos semanas (dos semanas!!), esa fatídica frase sale de labios de tu marido: "Ah, pero ese es tu cepillo de dientes?". En su cara una sonrisa. Y en la tuya se congela una mueca de pánico mientras en tu cabeza la frase se repite como un eco: "tu cepillo de dientes, dientes, dientes.....". Y reaccionas. Y respondes con la boca llena de espuma (de dentífrico, no de rabia): "SI! Dime que NO lo has estado usando...". Y él: "Sí, pensé que era mío...". Y sigue con una sonrisa en la cara. Y tú, entre otras cosas, piensas: "Por qué este tipo de cosas le hace tanta gracia a los hombres?.. Dónde se la ven?.... La gracia, digo". Y días después, cuando coincides nuevamente con él en el baño mientras te lavas los dientes, vuelve a sonreir: "Ya no lo he vuelto a usar". "Estaría bueno", dices tú, con cara de pocos amigos. Y seguro que él piensa: "Bah, mujeres, no tienen sentido del humor".

miércoles, 26 de agosto de 2009

Mi primer iftar


Aunque no puedo decir que haya sido muy auténtico, ya que ni ha sido en una casa particular ni ha supuesto un verdadero breakfast -alguna vez habíais parado a pensar en el significado de esta palabra inglesa?: romper el ayuno- puesto que no había ayuno que romper... sí puedo decir que he participado de lo que es una comida típica de iftar. Y ha s¡do de-li-cio-sa!!!
Ya conocía el restaurante, Byblos, uno de los más "in" de la ciudad. Está muy bien decorado, con sencillez, algo fuera de lo común en este país, donde buen gusto equivale a ostentación del lujo, por lo que ponen dorados y brillos por todas partes.
La cocina es libanesa y exquisita. La foto corresponde a parte de los aperitivos de entrada: humus, aceitunas, crema de berenjenas, rollitos de queso y espinacas...y por supuesto, dátiles y café árabe (que más bien parece té). Para empezar, sopa de pollo o de lentejas, las dos muy ricas. Luego nos han servido una ensalada típica y han seguido trayendo aperitivos: salchichas libanesas, patatas picantes, rollos de hoja de parra rellenos de arroz, judías libanesas, garbanzos.... y después, el plato fuerte, a elegir entre carne o pescado. Hemos elegido carne y esperábamos un trozo de carne pero en lugar de eso nos han traído un plato lleno de diferentes tipos de carne: pollo, ternera, cordero... y diferentes panes, tipo pizza, algunos rellenos de carne. Todo acompañado por pan árabe (me chifla). Total, que por supuesto (y para no romper la tradición) hemos dejado bastante comida en la mesa y aún así, estábamos llenos. Como postre: sandía y melón, una especie de pudding con mermelada y frutos secos, pasteles árabes y un postre típico libanés que consiste en las raíces prensadas de un árbol (crujientes) sobre las que echas una especie de siropes: uno de ellos hecho con sésamo y el otro con la resina de ese árbol. Riquísimo. Café (no árabe, claro). Y todo ello regado con un delicioso vino.... no, jaja, de vino nada: zumo de melocotón (que sabía a ambipur, pero estaba rico).
Y todo esto por el módico precio de aproximadamente 100€, 3 personas. No está mal.
Lo curioso es pensar que esto para ellos es un desayuno. Es decir, que además de este desayuno sobre las 10 de la noche comen y a eso de las 3 o 4 de la mañana, antes de ir a dormir, cenan. Se levantan sobre las 5 para rezar y antes de eso, como aún no ha amanecido, comen algo. Vamos, que el ayuno no es tal ayuno y como resultado: todos engordan unos cuantos kilos durante el Ramadam. Eso sí, lo hacen para sentirse más cerca de los pobres.

Iftar


Hoy voy a hacer Iftar, que es la comida nocturna con la que se rompe el ayuno diario durante el Ramadam. En el momento en que se pone el sol (Maghrib), sobre las 7 de la tarde, se lleva a cabo esta comida-merienda, generalmente de forma comunitaria, con grupos de musulmanes que se unen para romper el ayuno. La tradición dice que el primer alimento que se debe ingerir es un dátil, y no, no va envuelto en bacon!!!

Aunque supongo que la gran mayoría de los musulmanes celebran el iftar en sus casas, compartiendo la comida con familiares y amigos, es común que todos los restaurantes y hoteles de la ciudad hagan Iftar, o lo que es lo mismo, buffets a un precio determinado que depende del restaurante en cuestión, por supuesto, y que oscila entre los 125 SAR el más barato (24€) y los 225 del Hotel Rosewood (41€). Nosotros vamos a ir al restaurante Byblos, un libanés al que ya hemos ido otras veces y en el que se come delicioso. Seguro que el Iftar lo es también.
Nunca he estado en un iftar, pero sí he ido a un buffet y he visto cómo comen (remito a mi entrada sobre el Fishmarket del Hotel Intercontinental), por lo que me imagino que lo que voy a ver hoy me va a poner los pelos de punta. Se servirán platos llenos de comida que dejarán a la mitad para ir a por otro (supongo que sabéis que en la cultura árabe no está bien visto dejar el plato vacío, ya que piensan que no te han puesto suficiente comida y te has quedado con hambre). Les encanta derrochar y en Ramadam (contrariamente a lo que predican) más todavía.
Ya os contaré mi experiencia. Además, va a ser el primer día que salgo del compound, desde que empezó Ramadam, una vez se ha puesto el sol. Creo que el tráfico es tremendo, hay gente por todas partes hasta las 4 de la mañana.... Así que me voy a sentir como un viernes en la Gran Vía de Madrid!!! Llevaré mi cámara.

martes, 25 de agosto de 2009

Lujo vs. Felicidad


Escribo esto inspirándome en el comentario que ha hecho una amiga en Facebook: "Cambio casa con piscina, dos plantas, en la colina de Les Monts de Ouseasaux, desde la que se divisa el mar de la Costa Azul por un cuartucho en Hyeres". A lo que yo le respondí que yo se la cambiaba por una casa de dos plantas, con 4 piscinas, restaurante, gimnasio y supermercado, en Jeddah.
Algunos de sus amigos nos acusaron de quejarnos de vicio.

Y sí, podríamos parecer desagradecidas por no valorar lo que tenemos, casas fantásticas que cualquiera de ellos desearía tener, yo no tengo que madrugar porque no trabajo, no tengo ninguna obligación, el día es para mí y encima tengo una casa grande, sol y ciertas comodidades a mano.

Sí. Todo eso tenemos. Pero, a costa de qué? Ella a costa de vivir con sus suegros. Yo a costa de vivir en un país en el que tengo todos estos "lujos" para contrarrestar la falta de libertad para ser yo misma y hacer lo que me apetece en cada momento, vestir como quiero, besar a mi marido por la calle...

Y en el combate del título, quién gana? Pues he de reconocer que, como el hombre es bipolar por naturaleza, unas veces gana el lujo y otras la felicidad. Porque a veces me gustaría ser una mujer española normal, de esas que viven casa-trabajo-supermercado-casa-cama-trabajo.....no tener tiempo para pensar, ni para aburrirse. Sin embargo, otras veces, cuando estoy en la piscina relajada, sola, leyendo... me siento tan afortunada que ni loca volvería a la vida de antes.... Supongo que es la eterna dualidad humana y que forma parte de nuestra naturaleza. Así que me limitaré a disfrutar del momento que estoy viviendo, en lo bueno y en lo malo, intentaré sacar partido, leer, descansar, llevar las uñas perfectamente pintadas siempre, cocinar, hacer pasteles, etc.... que nunca se sabe si mañana estaré trabajando de 9 a 21h y añorando el tiempo libre que tengo ahora....

lunes, 24 de agosto de 2009

Mr.Marketing


Por supuesto, como ocurre en nuestra Navidad, Ramadam es el momento en que aprovechan las familias para reunirse. Se envían tarjetas de felicitación, como la que adjunté en la anterior entrada, con la inscripción "Ramadam Kareem" o "Ramadam Mubarak" (Feliz Ramadam).


Y como en toda celebración que se precie, entra en juego Mr. Marketing y Burger King felicita el Ramadam a todos los musulmanes con una bonita y sugerente tarjeta de felicitación, a veces una imagen vale más que mil palabras.

Ramadam Kareem


(Ya que me veo obligada a vivir en este país y a respetar en cierto modo el Ramadam, quería saber qué está permitido y qué no. He encontrado muchas cosas curiosas que quiero compartir con quien quiera aprender algo nuevo).
El pasado sábado comenzó el mes de Ramadam, el mes sagrado para los musulmanes en el que están obligados a practicar el ayuno, considerándose como tal la abstinencia de comida, bebida y relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta del sol.

Técnicamente, el Ramadam es el noveno mes lunar islámico (este calendario es diferente al que rige a los occidentales, llamado Gregoriano).

Todo musulmán adulto está obligado a realizar el ayuno, siempre y cuando esté en su sano juicio, sano, residente (es decir, no esté viajando), sea hombre o mujer fuera de la menstruación o puerperio (qué detalle!). Las mujeres embarazadas también están exentas de hacerlo, así como las lactantes que teman por la salud de su hijo (entiendo que todas, no?) y los ancianos débiles. Los niños no están obligados a ayunar, pero recomiendan que sus padres se lo ordenen para que se acostumbren desde niños y no les sea difícil hacerlo cuando lleguen a la edad adulta. O sea, que todo niño saludable, debe ayunar también.

Sin embargo, hay dos maneras de "librarse" de este ayuno:

1. Pueden desayunar pagando una compensación a cambio: ancianos débiles, enfermos crónicos y personas que desempeñen un trabajo muy duro y no puedan cambiarlo por otro más liviano durante este mes. A cambio, y como compensación, deben dar de comer a un pobre cada día que ellos desayunen.

2. Pueden desayunar recuperando los días desayunados: los enfermos que se recuperarán posteriormente, cualquiera en caso de tener hambre o sed severa que puedan perjudicar la salud, el que está de viaje (siempre y cuando se cumplan una serie de condiciones entre la distancia recorrida y las oraciones diarias).

3. Están obligadas a NO ayunar y tampoco deben recuperarlo las mujeres que están con la menstruación o con el puerperio. (No sé los motivos exactos, si será porque consideran que es una situación en la que la mujer debe comer o porque la consideran tan impura en esos momentos que no quieren ni siquiera que rece-esto último es cierto, no pueden rezar!!!-).

Además de ayunar de comida y relaciones carnales, los musulmanes están obligados a abstenerse de todo lo que contradice el ayuno en la comida, es decir, de todo lo que sea mal acto, mala palabra o mal pensamiento: "El ayunante debe ser indulgente en caso de ser insultado o agredido por alguien, debiendo evitar todas las obscenidades". Asimismo, el musulmán debe ser más generoso durante el Ramadam, debe incrementar la lectura del Corán y las prácticas religiosas.

Algunas de las cosas que está permitido hacer durante el ayuno son: ducharse (gracias a Alá), nadar (evitando tragar agua por la boca o por la nariz), echarse colirio en los ojos, besar a la esposa (siempre y cuando no se llegue al orgasmo o a la "salida del líquido seminal"), inyecciones intramusculares, tragar saliva (menos mal!), uso de supositorios, echarse colonia, tener relaciones sexuales una vez se ha puesto el sol, retrasar el Gusl (ablución mayor) hasta después de la salida del sol a las mujeres con menstruación o puerperio (de lo cual deduzco que el resto está obligado a "apretar" hasta que se ponga el sol!!).

Igualmente, hay cosas que anulan el ayuno y obligan a recuperarlo otro día: comer o beber intencionadamente, vomitar intencionadamente, masturbarse intencionadamente (se puede hacer esto sin intención???), tener la intención de comer aunque no se haga, incumplir el ayuno creyendo que se había puesto el sol. En estos casos, se debe cumplir con el "Kaffárah", que consiste en ayunar durante 2 meses seguidos , dar de comer a 60 pobres o liberar a un esclavo.

Y tras leer esto, que cada uno opine lo que quiera sobre el Ramadam. Evidentemente, esto es algo que sólo tiene cabida en sociedades profundamente religiosas como es esta, concretamente la saudí, que por ser el país en el que se encuentran las dos ciudades santas para el Islam (Meccah y Medinah) es donde más rigurosamente se cumplen todos los preceptos de la religión musulmana. Si nos paramos a pensarlo, no dista mucho del poder que la Iglesia Católica tenía en el mundo occidental en siglos pasados. Afortunadamente, nosotros pudimos evolucionar. El Islam se quedó ahí, creo que inteligentemente por parte de los mandatarios, ya que es la forma más fácil de controlar a las personas...







sábado, 15 de agosto de 2009

Hogar ¿dulce? hogar

Qué mala suerte, después de tener todo el texto escrito, se me ha borrado..... En fin, volvemos a comenzar.

Trataba de explicar los motivos del título del blog de hoy. El por qué de sentir, por un lado, que estoy en casa (me duele reconocer que estos días en Madrid no me he sentido a gusto en mi casa de allí, que ya siento que mi hogar es este) y por otro renegar absulutamente de este país en el que, por h o por b, me ha tocado vivir. Y creo que los motivos para odiarlo, no me faltan:

1. DESORDEN SAUDI: Ayer llegamos al aeropuerto sobre las 4.30 de la madrugada. Salimos de allí cerca de las 6. Y todo porque había mucha gente en inmigración (entre ellos mis queridos "toallas", o sea, los peregrinos a La Meca, que van "vestidos" con trapos blancos simbolizando la pureza, pero que luego serían capaces de matar por pasar antes que tú), los funcionarios aparecen y desaparecen por arte de birli birloque, lo que supone que de repente tu cola se queda sin funcionario en el mostrador y tu cara se convierte en gesto de idiota mientras ves como avanzan las otras colas... Eso sí, tengo que reconocer que hay árabes educados, como el "toalla" de la cola de al lado mío, que viajaba con su madre en silla de ruedas y su funcionario acababa de desaparecer, justo cuando apareció el mío. Un funcionario intentó colarles delante nuestro, por la madre, pero él, muy correcto dijo que nosotros estábamos antes y que pasaría detrás. Aunque probablemente en su educación tenía mucho que ver que llevaba pasaporte británico y está acostumbrado a vivir dentro de un orden y concierto.
2. CALOR: con mayúsculas y de las grandes. Cuando abrimos la puerta de casa, a las 6 de la mañana, lo que salió de ahí sólo tiene un nombre: FUEGO. Era espantoso. Los aparatos de aire no daban abasto para "enfriar" las habitaciones. Mis plantas han pasado a mejor vida, creo que han muerto por una mezcla de ahogamiento (las dejé en barreños con agua que creo han resultado fatales) y asfixia (por la falta de aire para respirar).
3. NOCHE: No os podéis imaginar lo "perdida" que me sentí cuando, a las 8 menos veinte de la "tarde", saliendo del centro comercial, me encontré con una noche cerrada que mi cuerpo no reconocía a esa hora. Era como si de repente me hubieran dejado abandonada en una ciudad que no conocía, que sensación tan extraña, no me cuadraba para nada que fuera tan de noche a esa hora...no quiero ni pensar lo que va a ser el invierno aquí, no creo que haya sol más allá de las 5 de la tarde....
4. INCOMUNICACION: A estas horas, sólo he cruzado un par de palabras con el hombrecito del supermercado, con la filipina que limpia en casa y una breve conversación telefónica con mi marido. Menos mal que existe internet!
5. DEPENDENCIA: Estaba haciendo un gazpacho cuando se ha roto la batidora. En España hubiera bastado con coger el coche, el metro, el bus o lo que sea, y salir a comprar una batidora al supermercado más cercano. Aquí he tenido que meter la jarra con el gazpacho a medio hacer en la nevera y esperar a que Chema me lleve al super a comprar una batidora nueva....
Como veréis, motivos para odiar este país no me faltan. Sin embargo, cuando ayer estábamos comiendo en una mesita junto a la piscina de casa pensé que el verdadero placer de vivir es este..... bipolaridad? eterna dualidad humana? inconformismo?