viernes, 16 de octubre de 2009

Y la vida sigue.....

Ya hace casi una semana que estoy de nuevo en Jeddah, vuelta a la rutina. Ha sido una semana extraña porque no sé qué virus se acopló en el viaje y ando con mocos y toses. Así que no estoy disfrutando de las "ventajas" de esta ciudad, entiéndase: piscina y gimnasio, centros comerciales, zocos.... En cambio, estoy encerrada entre las cuatro paredes de mi casa, (bueno, ocho paredes en realidad, pues unas veces estoy abajo y otras veces estoy arriba) y me aburro soberanamente. Tanto me aburría que decidí matricularme en la UNED para hacer el acceso para mayores de 25 años. Llevo varios días dando vueltas a qué carrera estudiaría después, que opción elijo, que asignaturas escojo..... pero siempre encuentro alguna pega para dar el paso definitivo: que si no sé qué estudiar, que si me gusta Historia pero no me va a servir de nada, que si me gustaría Pedagogía pero no es seguro que se pueda hacer desde este módulo, que si no puedo recoger los libros hasta diciembre y ya habré perdido mucho tiempo (ni loca pido que me los manden aquí, me costaría un dineral).....total, que ando emocionada un momento por hacerlo y desilusionada al siguiente y sin ganas de matricularme.... Lo bueno de estas dudas es que me mantienen entretenida pues es lo único que puedo hacer por el momento.
Por lo demás, la vida aquí sigue igual aunque con más gente, ya han vuelto todas las señoras que huyeron en cuanto les dieron las vacaciones a los niños. Y he de decir que yo, en mi autismo, me había acostumbrado a estar sola en la piscina y ahora me estorban, ellas y sus niños. Supongo que en cuanto expulse de mi cuerpo el virus maldito y vuelva a la vida pública retomaré la rutina anterior y volveré a ser un ente social. Ayer estuvimos en la fiesta de cumpleaños de un brasileño del compound, con el que Chema juega tenis a veces. Había mucha gente, mucha música, alcohol (caipiriña hecha con el licor que fabrican los árabes, gasolina pura), comida, tartas y baile. No se lo montan mal. Y el miércoles fuimos a cenar a un restaurante junto al mar, muy agradable, aunque el calor, la humedad y la abaya no colaborasen para hacer la velada agradable....
Qué bello es vivir....sobre todo en una comuna como esta, donde todo el mundo conoce a todo el mundo, todo el mundo habla de todo el mundo y todo el mundo sonríe a todo el mundo. Siempre odié las pequeñas sociedades donde no puedes mover un dedo sin que se entere cualquiera. Y mira donde terminé.....uf, que cuesta arriba se hace a veces la vida aquí. Serán los virus.

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